Prendí un nervioso cigarrillo mientras me sentaba al borde de la cama. Me miró exhausto.
"¿Cómo sucedió?"
Le lanzé una mirada directa a sus pupilas. Sus ojos estaban entrecerrados.
"Sucedió porque siempre sucede"
.
.
.
"Mi enamorada me va a matar"
Lo miré denuevo. Volví a absorber un poco de humo.
Se sentó a mi lado.
"Y me va a matar más cuando se entere de que todas las veces que la he tocado, he estado pensando en ti".