miércoles, 2 de diciembre de 2015

No lloro por ti

Es muy gracioso volver a escribir por aquí.

No se qué decir, de todas maneras.

¿Te quiero?
¿Te extraño?
Tu última conexión por Whatsapp fue hoy a las 7:36 pm
Y tu último estado fue hace 12 h 12m

Hoy he estado jugando a Los Sims todo el día para tratar de evitarte.
Pensando.
Respirando por un rato de ti.

Tú tan plástico perfecto.
Yo tan miedo líquido.

Ahora que lo pienso no había un solo cuadro en las paredes de esa habitación amarilla.
¿Por qué no ves caricaturas?
¿Por qué no te pareces un poco más a mi?
¿Por qué te importa tanto tener un Mercedes Benz?
¿Por qué estoy pensando en ti?
¿Por qué siempre me hago tantas preguntas cada vez que unes tus viles átomos frente a mi?

Maldito.

Siempre me produces este vómito verbal adolescente que no entiendo y que prefiero evitar.
No quiero saludarte.
Quiero que me saludes.
Que te preocupe como estoy.
No te importa si estoy viva.
Si sobreviví a ese problema en el que me pusiste.
Entre tus nervios y la pared.
No te importa si me estoy retorciendo de dolor.
O si al final no funcionó.
Porque a la larga es como tu dijiste.
"A largo plazo nos hará bien a los dos"

Y por eso debería odiarte.
Pero te quiero.
Aunque esta vez no lloré.
Pero he estado con la garganta hecha un nudo todos estos días.
Porque me acuerdo de tus besos.
Y lo que me quedan de tus ojos.
De la manera en cómo me comían lunar por lunar.
Pero aun me quedan tus manos
cada vez que arreglaban mi cabello y tocaban con el pulgar mi cintura.

Porque aun me queda tu soberbia
tu indiferencia
mi cariño no correspondido
Ese orgullo tonto que tengo cada vez que digo que ya te conozco
y no tengo que pasar más tiempo buscando.


Actualización de esta nota 1/09/2016:  por qué tengo que seguir viéndote, no entiendo. Han pasado 8 años.