martes, 14 de febrero de 2012

Mafercienta la templada

Estoy enamorada de ti hace tres años.
Estoy enamorada de tu expresión. De tus ojos. Estoy enamorada de tus miradas.
Estoy enamorada de cada vez que luces serio. Como si todos fueramos unos tontos.
Estoy enamorada de tu actitud.

Me siento un poco sosa cuando hablo de lo que siento por ti. Peor aun, cuando escribo sobre lo que siento por ti.
Todos me dicen que es cosa de tiempo, que me olvidaré de ti. Que debo concentrar mis sentimientos en otra persona.
Pero es imposible. Siempre que te veo vuelves a ser tú. Tú el que lo puede todo. Tú el que lo hace todo. Tú el que mueve cada sensación dentro de mi.
Tú el que construye mi mundo y lo derrumba como si nada. Cada vez que te vas, cada vez que te siento en el olvido o en los recuerdos más amargos.
Mi amor te inventó tantas veces, te imaginó tantos años, te esperó por tanto tiempo. Y yo supe que eras tú, lo supe desde que te vi, la primera vez que me puse nerviosa cuando te hablé.
Desde siempre. Desde siempre fuiste tú.
Y no sé qué piensas, qué sientes. Que si me besas, que si te vas, que si regresas. No entiendo. Pero te quiero. Ahora, siempre.

Quizás no necesito tenerlo resuelto ahora. Si al final no me quedo contigo, creo que nada vale entonces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario