martes, 26 de junio de 2012

Arrechazada

Me molesta la facilidad con la que entras en mí y arrasas con todo lo que tengo dentro. Pensé que ya se habían llevado el pedazo más humillado de mi "yo denigrado", pero no. Aquí estás tú tomando mis ruegos, mis plegarias y mis ganas de gritarte todos los días pidiéndote que no me dejes, que jamás estaría bien sin ti.
No sé si ya te doy pena, no sé si en verdad me amas. No sé si me odias. Aunque sé que nunca me tendrías por lástima y nunca sentirías que me debes algo a mí. 

Por eso estoy rechazada porque siento que nada está bien. Que tú y yo nos odiamos como novios y nos amamos como enemigos. Esta actitud tan extraña que yo tengo y dura, fría , como si hubiera sido criada por lobos tu la deshaces, tú la controlas , tú me conviertes en la soñadora, la pequeña, la enamorada.

Te he hecho tantas cartas que no sé si algún día te las enviaré. Me encantaría poder enviarte lejos , pero sé que lejos me iría yo también. Por eso basta, basta de todo y volvamos a ser los mismos de antes. Los locos, los desenfrenados, los que escapaban y los del café a media noche. Volvamos a eso, te lo pido.

Quiero detestarte y no puedo, porque eso solo sería una muestra más de cuánto te quiero.

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