Nunca nadie me había mirado como me miró él aquella noche... y sé que nadie me volverá a mirar así, ni siquiera él, que ahora sabe que yo no valía esa mirada angelada que batía las brisas del ardor y quemaba con furia mis entrañas.
( Encontré esto escrito en una página suelta de mi cuaderno de matemáticas: 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario